Ya no recuerdo bien
si ocurrió ayer,
el mes pasado 
o nunca ocurrió.
Conocí a un hombre menudo,
pero con el aspecto 
de llevar una vida saludable,
excepto por los sentimientos.
El hombre del que os hablo, 
pasó la vida 
buscando la fórmula para ser feliz.
Viajó a los lugares
más extraños de la tierra.
Creía encontrar 
Pequeñas formulas
que le dotaran de esos conocimientos,
pero acababan siendo rechazadas.
Conoció una infinitud de personas
que reían y lloraban,
no comprendía el por qué.
De la boca de ese hombre
jamás salió una carcajada
ni una tímida ni leve sonrisa.
Creía simplemente 
que esos motivos no existían,
o todavía no los había encontrado.
En su corazón 
creyó tener grabada a fuego 
la tristeza.
Su viaje concluyó,
tras una vida 
buscando la felicidad,
no la encontró.
Ese día creyó ver 
tras una ventana 
un hombre de pequeña estatura,
aspecto cadavérico
y una larga túnica negra.
Entonces comprendió
que el final había llegado.
Quiso acercarse al siniestro personaje,
Y rió,
y no podía parar de reír.
Tras el cristal solamente se encontraba él
y su propio reflejo.
Extraña forma de encontrar la felicidad,
pensó.
Después,
se acostó en la cama
como si nada de esto hubiese ocurrido.
Cerró los ojos.
Nunca volví a saber de él. 
Axel Marcos.
Bueno, tras esta pequeña historia os dejo una canción, se titula "la felicidad" de Bushido:
Un besazo a todas y a todos! 
No hay comentarios:
Publicar un comentario