fotografia: Axel Marcos |
Aquellas calaveras
nos miraban fijamente,
colgadas
en aquellas columnas
inmóviles,
sonríen,
tienen sentimientos.
Algún día tuvieron su momento.
Salían lágrimas de los ojos,
de la chica que miraba a aquellas calaveras,
bajo la cruel tentación de amar,
a quien no debió ser amado.
El suelo de arena,
recogía las lagrimas
formando el barro,
con el que,
aquellos inocentes niños jugaban
sin temor a nada,
a hacer castillos de arena,
derruidos por el tiempo.
nos miraban fijamente,
colgadas
en aquellas columnas
inmóviles,
sonríen,
tienen sentimientos.
Algún día tuvieron su momento.
Salían lágrimas de los ojos,
de la chica que miraba a aquellas calaveras,
bajo la cruel tentación de amar,
a quien no debió ser amado.
El suelo de arena,
recogía las lagrimas
formando el barro,
con el que,
aquellos inocentes niños jugaban
sin temor a nada,
a hacer castillos de arena,
derruidos por el tiempo.
Axel Marcos.
Canción: Doscientos huesos y un collar de calaveras - Enrique Bunbury
un saludo a todos, y sean felices.